La familia Chivite puede presumir de tener una de las tradiciones vitícolas más antiguas de España gracias a un documento de préstamo fechado en 1647 que acredita que ya entonces contaba con bodega y viñedos propios. Considerada la gran firma de referencia de Navarra, ha marcado tendencia por su definición del rosado navarro (Gran Feudo), su trabajo con variedades foráneas o la recuperación e interpretación de la moscatel de grano menudo al estilo de un gran vino dulce.
En 2017, la bodega fue adquirida por el grupo catalán Perelada. Al frente de la gestión continúa Julián Chivite quien en los últimos años había realizado una completa reorganización de la gama para separar Bodegas Gran Feudo, que aglutina los vinos más comerciales y de mayor producción (sus etiquetas más destacadas son el rosado y el tinto Viñas Viejas), así como los Baluarte elaborados en Rueda y Ribera del Duero.
La gama alta, a la que se adscriben 160 hectáreas de viñedo, se integra bajo el paraguas J. Chivite Family Estates e incluye tres líneas distintas: Colección 125, Finca Villatuerta y Las Fincas.
Colección 125 se lanzó al mercado en 1985 para conmemorar la primera exportación de la casa en 1860. Está integrada por vinos ya clásicos como el Chardonnay Fermentado en Barrica (51 €), el Tinto Reserva (20 €) y el Vendimia Tardía Dulce (30 €) a los que se añadió después un rosado criado en barrica (20 €).
Finca de Villatuerta incluye un chardonnay fermentado en barrica (13 €), un syrah (15 €) y el tinto de coupage Selección de la Finca de Villatuerta (12 €), construido a partir de tempranillo y merlot. La idea de futuro, sin embargo, es sustituir este último por dos monovarietales: uno de tempranillo y otro de garnacha.
Las Fincas, por último, es fruto de una colaboración con el triestrellado chef de San Sebastián Juan Mari Arzak. Bajo este nombre se elabora un refinado rosado pálido (9,5 € en España) y el blanco 2 Garnachas (13 €) que mezcla variedades blancas y tintas a partes iguales.
El grueso de la uva con la que se elaboran todos estos vinos procede de Finca Legardeta, una extensa propiedad de 246 hectáreas y 104 de viñedo a unos 40 kilómetros de Pamplona y prácticamente contigua a la finca Señorío de Arínzano de la que la familia se deshizo en 2015. Dada su ubicación en una de las zonas más frescas y septentrionales de Navarra donde confluyen los climas atlántico y continental, el objetivo es elaborara vinos de perfil fresco y elegante con capacidad de guarda. Entre sus ventajas, destacan las maduraciones lentas, así como una pluviometría relativamente elevada (unos 600 mm. anuales) que ha permitido realizar plantaciones de alta densidad hasta las 6.000 plantas por hectárea.
El viñedo se extiende entre los 428 y 580 metros de altitud por laderas con pendientes que van del 16% al 20% y que permiten jugar con distintas orientaciones. Los suelos de tipo arcillo-calcáreo son similares a los de otras zonas de la orilla izquierda del Ebro como Rioja Alta y Alavesa. Quizás lo más llamativo es que se hayan experimentado diferencias de temperatura de hasta 6º C en la misma finca y en un día concreto. Se espera plantar 50 hectáreas más en los próximos años. El objetivo a medio plazo es conseguir la consideración de vino de pago para Legardeta.
Desde 2010 la bodega ha estado trabajando por separado sus distintas parcelas, lo que ha llevado al lanzamiento de La Zorrera (35 €, algo más de 5.000 botellas), una garnacha que combina estructura con una acidez poco habitual. Este tinto se comercializa con el distintivo VT 3 Riberas al igual que los dos vinos de la gama Las Fincas. El resto de etiquetas de Chivite se venden bajo el paraguas de la DO Navarra.
